Portugal visto de Espanha. AS VERDADES OCULTAS EM PORTUGAL
LISBOA, 21 sep (IPS) - Indicadores económicos y sociales periódicamente
divulgados por la Unión Europea (UE) colocan a Portugal en niveles de
pobreza e injusticia social inadmisibles para un país que integra desde 1986
el 'club de los ricos' del continente.
Pero el golpe de gracia lo dio la evaluación de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): en los próximos años Portugal
se distanciará aún más de los países avanzados.
La productividad más baja de la UE, la escasa innovación y vitalidad del
sector empresarial, educación y formación profesional deficientes, mal uso
de fondos públicos, con gastos excesivos y resultados magros son los datos
señalados por el informe anual sobre Portugal de la OCDE, que reúne a 30
países industriales.
A diferencia de España, Grecia e Irlanda (que hicieron también parte del
'grupo de los pobres' de la UE), Portugal no supo aprovechar para su
desarrollo los cuantiosos fondos comunitarios que fluyeron sin cesar desde
Bruselas durante casi dos décadas, coinciden analistas políticos y
económicos.
En 1986, Madrid y Lisboa ingresaron a la entonces Comunidad Económica
Europea con índices similares de desarrollo relativo, y sólo una década
atrás, Portugal ocupaba un lugar superior al de Grecia e Irlanda en el
ranking de la UE. Pero en 2001, fue cómodamente superado por esos dos
países, mientras España ya se ubica a poca distancia del promedio del
bloque.
'La convergencia de la economía portuguesa con las más avanzadas de la OCE
pareció detenerse en los últimos años, dejando una brecha significativa en
los ingresos por persona', afirma la organización.
En el sector privado, 'los bienes de capital no siempre se utilizan o se
ubican con eficacia y las nuevas tecnologías no son rápidamente adoptadas',
afirma la OCDE.
'La fuerza laboral portuguesa cuenta con menos educación formal que los
trabajadores de otros países de la UE, inclusive los de los nuevos miembros
de Europa central y oriental', señala el documento.
Todos los análisis sobre las cifras invertidas coinciden en que el problema
central no está en los montos, sino en los métodos para distribuirlos.
Portugal gasta más que la gran mayoría de los países de la UE en
remuneración de empleados públicos respecto de su producto interno bruto,
pero no logra mejorar significativamente la calidad y eficiencia de los
servicios.
Con más profesores por cantidad de alumnos que la mayor parte de los
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